Wednesday, July 22, 2009

Dormir contigo

Hace un par de meses de aquella noche y aún sonrío cada vez que lo recuerdo, creo que siempre la recordaré como uno de los momentos más lindos de mi vida... la primera noche que pasé contigo.

No hubo necesidad de que algo más sucediera, todo fue inocente y sin otra intención más que pasar más tiempo juntos. Dormir contigo, abrazada a ti, escuchando tu corazón y tu respiración apasiguada, sentir tus manos rodeando mis hombros, tus besos ocasionales en mi frente, tus caricias tiernas, tus palabras entre sueños "chiquita preciosa"... despertar a tu lado, con el cabello revuelto y sin que importe porque tú estas igual, abrir los ojos y encontrarme con tu sonrisa y tus besos.... ahhhh es algo que deseé por tanto tiempo que a veces no me creo que estoy viviendo esto y aún me siento extraña, tristemente no estoy acostumbrada a ser querida de esta manera, alegremente es la primera vez que vivo algo así.

No cabe duda que hacías falta en mi vida, que todo es más dulce contigo a mi lado, y aunque se que llevamos poco tiempo juntos, que tal vez todo sea color de rosa ahora, y que hay quien dice que disfrute esta etapa porque las cosas cambian con el tiempo, el vivir este tipo de cosas contigo hacen que todo valga la pena, hasta los celos de mi padre y sus ocasionales reclamos.

Te quiero flaco, gracias por hacerme sentir tan importante para ti, realmente lo necesitaba, no sabes cuánto.

Wednesday, July 1, 2009

La satisfacción de un aleteo rápido

Hace unos días pasó que en el piso de arriba de mi casa (que esta en construcción y que por el momento es un largo galerón), mi mamá encontró un pajarito tirado gracias a una de mis perras. Resulta que el pajarito era un colibrí aún pequeñito porque todavía tenía plumas de polluelo, supongo que el pobresito debe haberse estrellado o algo porque estaba ahí tirado, sin heridas aparentes, atontado pero vivo todavía. Cuando lo tomé en mis manos hizo el ruidito más curioso una especie de "pio" lastimero y muy muy tierno y cada que le tocaba la cabecita o el cuerpecito piaba de las misma manera. De inmediato busqué un lugar donde colocarlo y afortunadamente tenía una canastita que llené de retazos de tela para que guardara calorsito y estuviera mullido y cómodo, lo coloqué ahí.

Después de eso, lo primero que se me ocurrió fue que, según se, los colibrís requieren de mucho y constante alimento ya que son animalitos que consumen una gran cantidad de energía por la manera en que aletean y late su corazón; así que bajé y preparé un jarabe simple con agua, azúcar y un poquitito de miel para intentar darle de comer algo, el pajarito estaba con los ojitos cerrados y muy atontado, es imposible tratar de abrirles el piquito a estos animales porque es muy pequeñito y frágil además de largo, así que con un palillo probé untarle el piquito con unas gotas, y después de un ratito si lo abría y se relamía cosa que era buena señal, pero de esa manera no se le podía dar gran cosa. Se me ocurrió tomar una especie de dedal y llenarlo con el jarabe, acercarlo a su piquito y ver si reaccionaba, y sí funcionó, supongo que percibió el olor o algo y sacó su lengüita (comen con una larga y muy delgadita lengua que parece un hilito transparente) y comenzó a comer, comió mucho y después de un rato se notó que le faltaba alimento pues reaccionó y se espabiló bastante, se acabó el jarabe y lo dejé en la canastita para que se recuperara más, tuve que salir unas horas así que lo dejé en la canasta cubierto por una tela para que no se escapara.

Cuando llegué más tarde lo volví a alimentar y comió mucho, esta vez con más facilidad y ya se le veía muy activo, ya había abierto los ojos por completo y se veía muy recuperado pero decidí mantenerlo a salvo en la noche y, si todo parecía bien, liberarlo en la mañana. A la mañana siguiente, cuando quise volver a alimentarlo, el colibrí ya estaba muy inquieto y salió volando dentro de mi recámara, estuve tratando de atraparlo un buen rato y llegó un momento en que solito saltó a mi mano, lo acaricié un poco a manera de despedida, abrí la ventana y lo dejé volar, se había recuperado por completo.

Sentí una gran satisfacción al verlo volar como si nada hubiera pasado, me sentí feliz de haberlo ayudado y haber logrado que comiera, dice mi padre que le salvé la vida porque si no hubiera estado intentando un buen rato darle de comer, y si no lo hubiera logrado, seguramene habría muerto. Los colibrís son unos animales sorprendentes, son tan delicados y perfectos, son interesantísimos y muy bonitos, siempre me he sentido fascinada por ellos y la verdad nunca creí tener uno en mis manos... fue muy lindo, y más lindo verlo sano y libre, yeiii.